La toma de conciencia de la precaria situación del país con respecto a Europa entre finales del siglo XIX y principios del XX trajo consigo la aparición de un discurso regeneracionista en el que confluyen, entre otros, tres elementos esenciales: la medicina, la higiene y la escuela.
En el proyecto de la Il República de mejorar las condiciones y el bienestar de la población, la protección a la infancia tiene un papel fundamental. La idea que se persigue es extender la atención sanitaria como un derecho de toda la ciudadania, y en particular de la infancia, con una visión fundamentalmente preventiva. Por ello, entienden que la protección infantil comienza con el cuidado a la mujer embarazada, continuando con la atención durante la lactancia y la etapa escolar. Otro pilar del proceso de modernización del país será la aplicación de la renovación pedagógica y la generalización de la educación. Acercar la escuela al máximo número de personas y disminuir los altos niveles de analfabetismo, suponía, a la vez, la difusión de prácticas higiénicas en amplios sectores. La escuela y las colonias escolares, de gran desarrollo en esos años -también en Canarias, como se muestra en la exposición, serán un medio adecuado para mejorar el nivel de salud de la población infantil.
La documentación custodiada en el Archivo de la Fundación Juan Negrin sirve para confirmar y completar estos aspectos, sobre todo a partir del estallido de la guerra.
COMISARIADO:
Antonio S. Almeida Aguiar
María Dolores Estévez Gonzalez
Candelaria González Rodriguez